jueves, 9 de junio de 2011

Contigo el infinito se vuelve mucho más pequeño.

Para los momentos duros, para los fáciles, para los buenos, para los malos, para los alegres y para los tristes, para los momentos agresivos y los dulces, para los amorosos y los trágicos, para los momentos de fiesta y para los de estudio, para los tiernos y los no tan tiernos, para momentos de complicidad y momentos de tensión, para los extraños y los magníficos. Para llorar, para reir, para sentirme bien y para sentirme mal

El amor es sufrido y considerado, nunca es dejado. El amor nunca es grosero o egoísta, nunca se ofende ni es resentido. El amor no haya placer en los pecados de los demás y se deleita en la verdad. Siempre está dispuesto a excusar, confiar, esperar y soportar todo lo que venga.



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