domingo, 12 de diciembre de 2010

Merece la pena intentarlo.


La real academia define la palabra imposible como algo que no tiene ni facultad ni medios para llegar a ser o suceder, y define improbable como algo inverosímil que no se funda en una razon prudente. Puesta a escoger, a mi me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo... La improbabilidad duele menos y deja un agujerillo a la esperanza. Que David Ganara a goliat era improbable pero sucedió. Nadal desbancando del numero uno a Federer... Por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es por definicion posible. Lo que casi seguro que no pase, es que puede pasar. Por eso vale la pena intentarlo...

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